28 de marzo de 2010

The host, de Stephanie Meyer

Ecléctica novela escrita por la autora de la saga “CREPÚSCULO”, en la que reúne una serie de conocimientos adquiridos a lo largo de sus muchas horas de lectura ligera y de cine de serie “B”. Es perceptible cierta tendencia a poner a sus personajes, increíbles por otra parte, en situaciones de triángulos de amor, de opciones que parece que tienen claras, pero que Stephanie Meyer complica hasta la saciedad; también nos presenta guerras lejanas, con el fragor del combate soterrado, resistencias en homérica lucha y alianzas que pretende nos resulten amenas, pero resultan un tanto difíciles de digerir sin el acompañamiento del resto de la trama. Es ahí donde se demuestra el talento de la autora, en hacer cotidiano, creíble lo increíble, lo inaudito, lo abstracto. Ya lo hizo con la serie de libros para adolescentes, un verdadero folletín rosa, pero aderezado debidamente para que resultase exitoso. Aquí, en The Host, nos vuelve a colocar en semejante singladura, en un nuevo y extraño ecosistema, pero traspasado a una Tierra con la especie homo sapiens moribunda, con focos de humanos acosados por ladrones de cuerpos que instalan sus almas en ellos, los dominan y usan. Pero estos especímenes no cuentan con la fuerza de voluntad, con la hostilidad y desafío de los hombres y mujeres, que luchan para mantener el control de sus mentes y terminan por desalojar a algunos de los invasores. Wanderer es una avezada entidad que ha conocido multitud de mundos y lleva multitud de cascarones agotados; en su llegada a la Tierra termina por ser implantada en una mujer, Melanie Stryder, que la convocará a una dura contienda por el control de lo que fue su cuerpo. Durante esta liz será cuando se conviertan en inauditas aliadas ante acontecimientos imprevistos, también en rivales por el amor de un resistente, Jared, al que Wanderer termina amando a través de los ojos y de los recuerdos de su continente. Ya digo, nuevo triángulo amoroso, pero con  dos cuerpos y tres consciencias. Narrativa sin pretensiones que se lee bien en los trayectos cortos de autobús, menos recomendable es su lectura en el metro o el tren, no digamos ya en el avión. También es desaconsejable su lectura en la intimidad del hogar y, sobre todo, en la cama.

Stephanie Meyer, nacida en Hartford, Connecticut, el día de navidad de 1973, es autora de la exitosa serie de libros Crepúsculo (Crepúsculo, Luna nueva, Eclipse, Amanecer) y de The Host.

Nacida en el seno de una familia numerosa (seis hermanos, tres chicos y tres chicas), creció en Phoenix, Arizona; estudió en la Universidad de Brigham Young, en Provo, estado de Utah, donde se graduó en literatura Inglesa. Está casada y es madre de tres hijos. Demuestra un buen pulso en la descripción de las situaciones que viven sus personajes, trasladándolos de la anónima cotidianeidad a mundos paralelos u ocultos, próximos pero inalcanzables por el común de los humanos, y lo hace con maestría, quizá colocando sus propios deseos y anhelos de aventura en ellos. Sobradamente conocida a nivel mundial, es de esperar que dé el salto a narrativas de mucho más calado.

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