2 de marzo de 2010

Luciérnagas en el jardín

Cuando una película da muchas vueltas, despierta expectativas y busca su lugar en la cartelera contra viento y marea, malo, es que no ha logrado lo que la productora preveía. Eso es lo que le sucede a este filme del ya lejano 2008 que tiene un título ciertamente sugerente y muy apropiado, ya que insinúa que un lugar idílico no siempre resulta ser lo que aparenta. Ha recolectado un buen montón de críticas, y lo digo en el sentido peyorativo del término, es decir, poco favorables, pero yo, que siempre busco la parte positiva, encuentro matices que deben ser expuestos a la luz, aunque sea a la tenue de los insectos cuyo abdomen brilla.


El argumento nos traslada a una visión idílica, una familia que triunfa aparentemente en todos los ámbitos, pero que mantiene oscuros secretos en su seno, aberrantes fantasmas que conllevan que nadie quiera romper los impuestos (o autoimpuestos) silencios. Será el momento de la unión para celebrar un instante de nueva gloria familiar, la graduación de la madre pospuesta en el tiempo por mor de sus necesidades maternales, cuando se desaten todos los contenidos sentimientos a causa de una desgracia. Vamos a ver cómo lo explico yo… Imaginaos una familia que ha mantenido durante toda su existencia una más o menos buena relación, unida por los vínculos férreos de un padre y una madre, y ahora, cuando uno de los progenitores desaparece, y se juntan para el sepelio y el reparto de la herencia (la cuantía de la misma es irrelevante, los problemas surgen con cualquier monto), la avaricia sirve de coartada para pincharse recíprocamente con saña en los lugares que saben causan más daño. Pues de eso va esta producción que contiene una exuberancia de sentimiento que explotan de forma un tanto desordenada. Lo peor que se puede decir de la cinta es que no consigue que epatemos con los miembros en medio de las guerras desatadas, que tampoco nos sintamos muy involucrados, es decir, que se vea con alejamiento. Qué le vamos a hacer. Antes de nada, y sin que sirva de precedente, voy a recomendar encarecidamente que se acuda en masa en nuestro país (el de sagitario) a los cines para demostrar que somos diferentes. De todos modos, yo siempre pongo el paradigmático ejemplo de la obra maestra “La noche del cazador” (1955), de Charles Laughton, con un perfecto Robert Mitchum haciendo de la malévola encarnación del diablo, que cosechó un sinfín de pésimas críticas en el momento de su estreno, tanto que hizo que el magnífico Laughton abandonase la dirección para continuar con su encomiable carrera como actor. Manifestar también el extraordinario (y un pelín desperdiciado) elenco de estrellas que atesora. Por último, y pese a todo lo escrito, a mí no me ha disgustado, incluso me ha gustado, pero quizás por ser un fan incondicional de los intérpretes que habitaban en la producción.
TÍTULO ORIGINAL: Fireflies in the Garden
GÉNERO: Melodrama
PAÍS y AÑO: USA-2008
DIRECTOR: Dennis Lee
GUIÓN: Dennis Lee
MÚSICA: Javier Navarrete
FOTOGRAFÍA: Danny Moder
PRODUCTORA: Senator Entertainment
REPARTO: Julia Roberts, Ryan Reynolds, Willem Dafoe, Emily Watson, Carrie-Anne Moss, Hayden Panettiere, Iona Gruffudd, Shannon Lucio, Cayden Boyd, George Newbern, Chase Ellison, Brooklyn Proulx

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