Un lugar lejano

El continuo devenir del destino, las últimas etapas en la transición por nuestro recorrido vital, el descubrimiento de que más allá de la mirada, más lejos de lo que alcanza el zoom de la cámara, existen otros lugares, otros mundos que pueden completar lo que la realidad todavía no ha concluido. Película en la que José R. Novoa se embarca para realizar un ejercicio metafórico en imágenes de bella factura, en diálogos simples y esclarecedores, en retórica de drama clásico. Buena producción que no debe pasar desapercibida por las salas de cine, al menos, y lo digo con la dignidad del que se presume objetivo, esa es la opinión de quien redacta estas sentidas líneas. No sé, tal vez el hecho de encontrarse, el protagonista, me refiero, en una encrucijada, en esos momentos tristes en los que la enfermedad campa por el cuerpo, en la situación de enfrentarse a los propios miedos, a la depresión que acompaña a una dolencia terminal, esa huída hacia delante que realiza para cumplir objetivos, culminar deseos, consigue que me embargue la empatía hacia él. Un fotógrafo de éxito, Julián, recibe la noticia de que padece una dolencia grave, el cáncer campa por su cuerpo, así que decide embarcarse camino del tan socorrido mundo de la Patagonia, allí donde los seres humanos se supone que son más puros, menos retorcidos, por eso del clima y demás. Y lo hace para buscar esa foto soñada por mucho tiempo. Lo demás, a verlo al cine, que merece la pena disfrutar de ella en la maravillosa atmósfera de una sala, con los olores característicos, las toses sueltas, algún inoportuno sonido de tono o politono de móvil, los reflejos que convoca el proyector… En fin, magnífica película que deja en la retina momentos difíciles de olvidar.

GÉNERO: Drama 

PAÍS y AÑO: Coproducción Venezuela-Argentina-España-2009

DIRECTOR: José Ramón Novoa
GUIÓN: José Ramón Novoa, Fernando Butazzoni
MÚSICA: Osvaldo Montes
FOTOGRAFÍA: Óscar Pérez
PRODUCCIÓN: José R. Novoa
REPARTO: Erich Wildpret, Tristán Ulloa, Marcela Kloosterboer, Mirela Mendoza