18 de abril de 2010

Perdona si te llamo amor

Película aparentemente ligera, con poco peso específico, pero que se ve y se siente, entra por los sentidos y emociona a la par que entretiene. Basada en la novela homónima, quizá con las carencias propias del cine, es decir, perdida en el trascurso de la transposición de partes ciertamente importantes o necesarias, pero con el sublime intento de la precisa concisión propia del séptimo arte, nos traslada a visión de un grupo de adolescentes, chicas que inician su vida, tanto la sentimental como la de verdad, la vida con mayúsculas, y a un hombre próximo a iniciar la cuarentena (amén de otros desperdigados especímenes del género, un tanto estereotipados, pero pasables) al que le ha dejado por sorpresa su pareja, se ha quedado sin la familia. De entre el grupo de jóvenes adolescentes, una destaca por su belleza y resolución; ahí se producirá la unión con el abandonado perdedor, propiciada por un inoportuno accidente. La relación amorosa que inician será lo que el director trate de plasmar en imágenes. Pero todo se acumula, incluso los problemas. El regreso de la díscola anterior pareja del chico guapo, el casi cuarentón, dándole una nueva oportunidad, hace que éste vuelva a una seguridad y comodidad que le atrae por encima de la bulliciosa eclosión de hormonas que le produce la joven y atractiva Niki. Se nota un intento de ebullición, de promoción de imágenes, de dar coherencia a un guión propio, de conseguir continuidad a través de la voz en off que todo lo llena, lo enturbia tal vez, quizá no ser debería encontrar con esa tesitura anómala, la dirección propia. Incluso el final resulta ser muy de libro, de esos que sabemos que se van a dar. El intercambio de frases sí que resultan chispeantes, renovadoras; y para muestra, un botón: Yo te he esperado dieciocho años, y no me quejo.


Cine basado en novela con éxito, en fenómeno literario con trasfondo social y cultural (caso de la tonta manía de colocar candados en las farolas del puente Milvio de Roma), que intenta trasladar dicho fenómeno al cine, al cine internacional. Amor con connotaciones típicas: Chichas guapas, muy espectaculares, diálogos que pretenden atar al espectador con su gracejo propio y el siempre socorrido tema, el sexo revestido de querubín con el arco a punto de tocar las criadillas. No es un cine para adolescentes, ni para gente madura, no, ni siquiera para amas de casa o señores ya con el arroz pasado, no: se trata de cine total, desde que puede ser visto o no visto por cualquiera. Si se va a ver, bien; si no se va a verla, pues igual de bien.
TÍTULO ORIGINAL: Scusa ma ti chiamo amore
GÉNERO: Tragicomedia romántica
PAÍS y AÑO: Italia-2008
DIRECTOR: Federico Moccia
GUIÓN: Federico Moccia, Chiara Barzini, Luca Infascelli
MÚSICA: Claudio Guidetti
FOTOGRAFÍA: Marcello Montarsi
PRODUCTORA: Cecchi Gori Group Tiger Cinematografica / New Fair Film / Medusa Film
REPARTO: Raoul Bova, Michela Quattrociocche, Luca Angeletti, Francesca Antonelli, Francesco Apolloni, Michelle Carpente, Cecilia Dazzi, Francesca Ferrazzo, Rossella Infanti, Veronika Logan

2 comentarios:

  1. Yo me leí el libro y la verdad es que parecía superficial y termina tratando un tema que se ha dado durante toda la vida el amor con diferencia de edad.
    No he visto la peli pero el libro no profundiza en el tema como yo me esperaba.

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  2. Efectivamente, más parecería que pretende llenarnos la vista con belleza que con un estudio concienzudo y profundo sobre el amor entre generaciones diferentes. Un saludo

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