Que el cine español se está convirtiendo en un ente importante, alejado de cualquier duda sobre su calidad o su comercialidad, lo demuestran las cifras de taquilla que recogemos día a día o semana a semana, pero también es cierto que se atreve, osa, más bien, aventurarse en producciones de todo tipo: de época, históricas, duros filmes carcelarios, thriller, terror, etc., pero una película que conjugue varias facetas, varios estilos, eso no se podía encontrar a menudo. Pero si además unimos la falta de una financiación pública, es decir, el lanzarse a la piscina sin mirar antes si tiene agua, es hacer lo más difícil de lo difícil, y eso lo ha realizado José Luis Alemán, padre de la criatura, y lo ha hecho con el conocimiento cabal de lo que hacía, o eso pensamos al menos. Desconocemos cómo le va a ir en taquilla, siempre sometida a vaivenes y veleidades, a estrenos más o menos coincidentes, pero la apuesta es fuerte, ha envidado a lo grande. La trama se convierte en apasionante desde que lees las primeras líneas de la sinopsis: Una tasadora desaparece en el interior de una espectacular mansión victoriana, a partir de ahí se desata el resto de la historia. Detective contratado por la empresa para, supuestamente, averiguar qué ha sido de ella, descubrimiento de que la mansión en cuestión arrastra una estremecedora leyenda detrás, sustentada en hechos luctuosos, etc., etc. Un argumento muy arriesgado, arrogante casi diríamos, que mezcla terror y mitos, demonios y rituales, inquietantes personajes y tramas perversas, que cubre el pasado, el siglo XIX, y el más acuciante presente, la lucha por la persistencia del mal y el siempre homérico duelo con él que parecen a punto de perder los seres normales abandonados de Dios. Actores y actrices se esfuerzan por dar la talla, sudan el vestuario, rellenan los planos; los efectos especiales abundan, el metraje pasa poco a poco, dejando entrever los misterios, dejando que el espectador se vaya enganchando cada vez más a los entresijos de la ficción. Destaquemos, a modo de homenaje, la aparición de Paul Naschy en esta producción, una de las últimas que contó con su presencia. Suerte en taquilla para la que se supone que es la primera de las dos películas de que va a constar la leyenda de la Herencia Valdemar.
PAÍS Y AÑO: España-2010
DIRECTOR: José Luis AlemánGUIÓN: José Luis Alemán
MÚSICA: Arnau Bataller
FOTOGRAFÍA: David Azcano
PRODUCTORA: La Cruzada Entertainment / Origen Producciones Cinematográficas
REPARTO: Óscar Jaenada, Paul Naschy, Jesús Olmedo, Daniele Liotti, Eusebio Poncela, Silvia Abascal, Laia Marull, Rodolfo Sancho, Jimmy Barnatán, Luis Zahera, Norma Ruíz, Ana Risueño, Francisco Maestre
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