Ricky

Película francesa que conjuga a la perfección la historia intimista de una pareja que encuentra el amor y consigue un don extraordinario: un bebe fascinante y con un ligero cambio evolutivo, casi sin importancia. Al encantador neonato le terminan surgiendo unos apéndices un tanto peculiares para la especie humana, unas alitas de querubín que lo convierten en una maravilla voladora. Esa es la trama que nos presenta la obra en cuestión, una especie de metáfora de lo que todas las personas que terminan engendrando un nuevo ser quieren, que este sea algo mejor, un paso más perfecto que lo que ellos fueron en la constante cadena que nos ha tocado vivir. Película rodada con extrema pulcritud y un gusto por los sentimientos, los miedos, las gracias, que convierten todo el metraje en un convertidor de caras abobadas de espectadores que disfrutan con las evoluciones de un engendrillo gracioso, tal como un demonio traviesillo y descarado. Imaginémonos lo que cuesta controlar a un pequeñajo, pues añadidle unas alas que le dan libertad para convertir cualquier sitio en un páramo desolado. El filme está basado en un relato corto de la escritora Rose Tremain. Hala, al cine a soñar. Ah, disfrutad del tráiler, que es muy bueno.

PAÍS Y AÑO: Francia-2009

GÉNERO:  Comedia
DIRECTOR: François Ozon
GUIÓN: François Ozon, Emmanuèle Bernheim SOBRE RELATO DE  Rose Tremain
MÚSICA: Philippe Rombi
FOTOGRAFÍA: Jeanne Lapoirie
PRODUCTORA: Eurowide Film Production
REPARTO: Alexandra Lamy, Sergi López, Mélusine Mayance, Arthur Peyret, André Wilms, Jean-Claude Bolle-Reddat, Julien Haurant, Eric Forterre