27 de diciembre de 2009

Trabajos del reino de Yuri Herrera

Me ha costado un enorme trabajo ponerme con la lectura de la novela “Los trabajos del reino”, del mexicano Yuri Herrera, y me ha costado por varios motivos, a saber: primero, era una novela galardonada con un premio, y soy bastante reacio a publicitar más lo suficientemente publicitado, y un galardón publicita de narices; segundo, por la enorme cantidad de artículos y reseñas que ha generado, otra vez suficientemente publicitada; tercero, por situarse en un lugar, México, y un entorno propio de western, y finalmente por parecerme a mí (sin motivo, seguramente) que era un tema recurrente, coyuntural, debido a la dura crisis de guerra abierta entre narcos y Estado mejicano. Bueno, pues tras la lectura atenta y sosegada, debo dar mi coxis a torcer y reconocer que me lo he pasado bien, realmente bien. La trama, como seguro que ya sabéis los que seguís las noticias literarias o los cazadores de novelas, ávidos de nuevas y apasionantes lecturas, se sitúa en un momento que podríamos catalogar como actual, pero también podría ser plenamente atemporal, tampoco se hace mención a afinidades geográficas, ni falta que le hace, ni se dan nombres ni datos concretos, pero todos entendemos que está basada en los momentos más o menos presentes. El protagonista, bueno, el protagonista sólo protagoniza una parte ínfima (creo yo) de la trama, aunque sea la visión y la voz, el juglar, que todo lo cuenta, perdón, que todo lo canta. El argumento, la trama, valga la redundancia, lo constituye la aberrante sociedad creada al abrigo de una forma de vida que no nos gustaría que se exportase a ninguna de nuestras ciudades, el narcomundo, ensalzado a través del narcocorrido, a través de las historias contadas en bares, cantinas, calles y colegios, iglesias y chabolas, universidades y cuarteles, en todos los lugares se habla, se comenta, se divulga de forma no exenta de admiración de los locos de los cárteles, de los sicarios bragados, de los pobres levantados (asesinados), de las chicas de sin tetas no hay éxito: no follas con el jefe o con sus lugartenientes. Las oscuras conspiraciones para convertirse en una parte, lo más elevada posible, del entramado delictivo, las nuevas formas de negociar, las voluntades compradas, el desencanto de alguien que se introduce obnubilado y sale escaldado, pese a conocer el amor, el favor, el poder y el fracaso. Menuda novela, tremendamente anunciada, tremendamente "publicitada". No sé, y no lo sé no porque no lo quiera saber, sino porque no puedo saberlo: es decir, si no lo has vivido, si no has estado en los calzones del Lobo, en las cuitas y vivencias de un juglar mejicano de los delincuentes, no puedes tener muy claro nada, nada de nada. Espero que a vosotros, los lectores, os cause la misma impresión que a mí me ha causado: estupor, duda, diversión, asco, empatía, pero sobre todo repulsión por un modo de vida no apto para los que no somos sicarios, narcos, compositores o tías buenas, o brujas. Viva el duro y regio corrido mejicano, y viva la Santísima Muerte, y viva el mundo desquiciado.


Yuri Herrera (Actopan, México, 1970) estudia y trabaja en la Universidad de Berkeley (USA)

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